Comentarios a la nota Democracia, tecnología y el debate de nuestro tiempo, de Guillermo Lousteau en Infobae.

Conocí a Guillermo por un amigo en común en reuniones de cuarentena discutiendo temas muy diversos y  profundos. Sin dudas es una persona clave en el grupo Tarariras (bueno, todos lo son). Cuando el tema fue la tecnología se dispararon muchas aristas, entre ellas la política que Guillermo entendió estaba bastante ausente de la discusión en los términos que planteo en Dar sentido a la técnica.

Además de agradecer su atención a estas ideas, compartimos parte del diagnóstico que Daniel Innerarity expresa con total claridad en Democracia compleja, y tal vez eso lo llevó a poner el acento en “nuestro tiempo”. Traer las discusiones sobre tecnología a este tiempo implica necesariamente aborda la cuestión de la complejidad, que mencionamos en otros posts desde distintos puntos de vista.

Esta complejidad implica incertidumbre y riesgos, pero fundamentalmente atenta contra las miradas lineales de la gestión de lo público, y requiere que se rastreen las responsabilidades del desarrollo tecnológico como lo plantean enfoques tan diversos como el de Jonas (ética de la responsabilidad) y el de Goldín (butterfly defect).

Lousteau reinterpreta a la Tecnologías Entrañables y Dar sentido a la técnica en una frase que, omitiendo los discursos livianos, resume buena parte de su inspiración “se trata de abrir un espacio central para la ética y la participación democrática, corrigiendo el tradicional déficit normativo en la regulación del cambio tecnológico”.

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