Algunos aprobaron en promedio todos los actos, otros se sienten orgullosos de ser argentinos, menos son los que se quejan, un grupo que no entendió mucho de qué se trataba hablaba del problema de tránsito por el corte de la 9 de Julio, e incluso el gobierno tuvo un discurso (no actos, pero sí discurso) un tanto menos confrontativo que de costumbre, incluso evitando abusar de la separación de género.
Quedó un buen registro aunque no quedó necesariamente un recuerdo de asombro y, según nuestra costumbre de los últimos años, poco sabor a un futuro promisorio. Hubo nombres dudosos en la galería de los patriotas latinoamericanos, hubo no-invitados sin mucho sentido, hubo sobre-invitados amigos, hubo pelea mediática entre el Chaqueño y la reinauguración del Teatro Colón, y sobre todo hubo todo lo que debía haber en un paseo como el del bicentenario, aunque muy poco cuidado estéticamente. El desfile final y las multimedias del Colón y el Cabildo (con los créditos para quien corresponda) fueron lo más rescatable y a la altura de semejante festejo. En resumen, fue un acto correcto.
Pero lo más rescatable, y que sí asombra, es la cantidad de gente congregada sin partidismos ni micros más choripán. Tal vez esto demuestre una vez más que aún hay cosas que convocan a los argentinos fuera de la agenda que interesa solamente a eso que es la clase política. Hay una cosa que se llama Patria y parece que con mirar alguna que otra imagen del bicentenario basta para entender de qué se trata.
Pingback: Martín Parselis
Querido, gracias por la cita =)
Alvaro, el proyecto Tu Bicentenario me parece excelente, muy en línea con varias ideas que tengo. Quiero que avance y sobre todo que pueda transformarse para que tenga continuidad. Un abrazo.
Mirá el artículo “Una ética autorregulada para el periodismo ciudadano“.
Coincido Martín!! Lo que algunos políticos parecen no entender que patria y partidos políticos no son sinónimos. La gente salió a festejar la argentinidad y el que pretenda sacar réditos de esto… bueno, digamos que es analfabeto social.