Asistí a muchos cumpleaños de chicos de entre 3 y 8 o 9 años. Las casas hoy son departamentos, y la organización familiar incluye el trabajo de padre y madre (suponinedo que ambos conviven aún), por lo que todo festejo se terceriza en los famosos salones de fiestas para chicos.
Los salones son de muy diverso tipo, desde los más despojados hasta los que son una miniatura de un parque de diversiones. Los animadores y magos también: algunos demostrando su vocación, y otros con pinta de libertad condicional. Pelotas y aros a granel, que cuando yo era chico era un verdadero lujo, es lo mínimo. Toboganes en tirabuzón de varios metros de altura con rincones temáticos no es nada extraño. Inflables de las formas más complejas tampoco.
Los juguetes se rompen al menor movimiento no previsto (recuerdo el Duravit con al menos 8 años de antigüedad), las bolsitas se llenan de golosinas de colores flúo, y hasta les sirven gaseosas light! (es decir: endulzadas con basura para evitar el azúcar, como si los chicos fueran obesos).
Entre toda la rutina muy bien cuidada para que nada se pase de la tolerancia, muchas veces muy poca, de quienes están a cargo del lugar, suele haber interrogatorios. Los interrogatorios comienzan de manera muy tranquila y con preguntas fáciles como la edad, el nombre de papá y mamá, qué comida te gusta, etc. Luego pasa al plano del fútbol, y ahí ya comienza mi punto álgido… ¿habrá alguna lejana posibilidad de que un niño no tenga preferencia de un cuadro de fútbol?, obviamente: a los 3, 4, 5 e incluso 6 años si uno no se los plantea lo más probable es que no sea un tema que les preocupe demasiado…
Otra parte de interrogatorio que también es bien compleja es la de la TV. Pareciera que un chico debe conocer la grilla de programación de los canales de dibujos, y por supuesto, todos los estrenos de las películas. Es necesario conocer a todos los superhéroes, y todo el merchandising que los rodea.
Después de una muestra bastante importante, la conclusión es que lo más importante para festejar un cumpleaños es inducir a los niños a adoptar estereotipos, y a masificarse lo más rápidamente posible… y con cuestiones cada vez menos importantes.
En mi propio hogar veo que un niño de esas edades es capaz de construir, de hacer juegos creativos, de seguir consignas más “inteligentes” e incluso de hacer luchas furiosas simplemente por el hecho de descargar su inagotable nivel de energía. ¿Qué necesidad hay de llenarle la cabeza de estupideces cuando no lo pide?….
Pingback: Martín Parselis
Hola! Estoy pasando nomás por estos lados. Estoy muy de acuerdo con vos, nunca voy a entender por qué se prefiere apabullar a los chicos con miles de objetos que para ellos no significan nada, sólo para que sus padres puedan decir que su nene tuvo tal o cual cosa, la fiesta más grande, en el salón más caro y con el animador más cotizado… un espanto.
Y después se quejan de que los niños no tienen creatividad… los obligan a ser niños orquesta, a saber todo lo que pasa a su alrededor, a ser maduro como para estar solo durante varias horas en casa frente a un televisor, a ser excelente en la escuela y encima ¡Lindo! (por ahí viene lo de la gaseosa light, a mi me servían la mejor chocolatada en mi día de cumpleaños, porque todos los otros días no tenía tiempo para tomarla, tenia que jugar…)
En fin, un gusto pasar por estos lados.
¡Saludos!
a conclusión es que lo más importante para festejar un cumpleaños es inducir a los niños a adoptar estereotipos, y a masificarse lo más rápidamente posible
Entonces, todo el que alquila un salon porque su casa es chica, o simplemente porque no quiere barrer despues de un cumple, es un boludo, que esta tratando de boludizar a sus hijos?
Me parece que siendo tan absoluto como sos, perdes un poco de panorama.
Yo estoy criando dos, y creo que no estoy haciendo un mal trabajo. Sin embargo, ambas quieren ir “a mover el bote” al cine.
Tinorama: esa no es mi conclusión. Tampoco creo que alquilar un salón sea eso que decís. La única valoración clara que hice fue a partir de la observación de que para las animaciones es absolutamente obvio que un pibe conozca a no se qué superhéroes o sea de no se qué equipos de fútbol.
Justamente lo que más me molesta es que sea tan obvio. No que no exista. De hecho yo también estoy criando un hijo y ante algún pedido suyo sobre un tal Ben10 o el Hombre Araña hablamos y a veces tiene algún juguete que se relaciona con eso.
Que sea obvio implica el supuesto de que todos son iguales. Que sea tan obvio implica que aún sin que ellos lo pidan alguien se lo pone en las manos.
A eso me refería.
Aymará, estoy de acuerdo… cuántas cosas tienen los chicos que son el deseo de los padres….